LA IZQUIERDA SATANIZADA O LA VIOLENCIA REVOLUCIONARIA

        Ya han finalizado las actividades del 29 de marzo, que conmemora el Día del Joven Combatiente, fecha emblemática que recuerda una de las tantas matanzas realizadas por la tiranía chilena. Para los que asumimos la responsabilidad de enfrentar a los funcionarios del Estado, que defendían los intereses de los grandes empresarios, no nos queda más que el orgullo de haber sido parte de las fuerzas populares que vencieron al terror instalado por la tiranía.

 

        Pero el 29 de marzo, con el transcurso del tiempo, ha ido tomando otra connotación, una creada específicamente por los gobiernos de turno y la prensa en general, y esta es la satanización del día del joven combatiente, descalificándola con el mote de “día del joven delincuente”. Que esta conmemoración, sea sistemáticamente desautorizada por los poderes de turno y sus aparatos propagandísticos, no es una casualidad, ya que el 29 de marzo, con los años se ha transformado en una fecha de protesta social, tan importante como el 11 de septiembre, pero con la connotación, de ser reivindicada principalmente por jóvenes, que ven en los Vergara Toledo un ejemplo de lucha, consecuencia y amor a su pueblo.

 

        Para los que conocimos a los hermanos Vergara Toledo, Eduardo, Rafael y Pablo, nos queda la satisfacción de saber que ellos fueron personas comunes y corrientes, pobladores que fundaron su compromiso social en la fe, de la que se empaparon en la comunidad cristiana, donde compartieron con otros, vecinos y amigos de una población marginal del gran Santiago. Estos hermanos, construyeron su quehacer social en el cristianismo, impregnados del amor al pueblo  propugnado por la teología de la liberación, y por ese amor a su pueblo tomaron la decisión que los llevaría a militar en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR, organización político militar, que proponía la construcción de una sociedad justa y solidaría, pero que producto del golpe de Estado realizado por la rancia oligarquía y la burguesía nacional, se vio en la obligación de asumir la defensa militar de sus vidas, militantes y de nuestro pueblo.

 

        Los hermanos Vergara Toledo, al igual que Miguel, Mauricio, Erik, Iván, Luis, Natino, Parada y Guerrero, fueron adultos y jóvenes, todos pobladores que se comprometieron con un proyecto político y social, que postula la construcción del socialismo en Chile, ellos bajo este compromiso asumieron la defensa de los trabajadores y nuestro pueblo, lucha que inicialmente dieron en el mundo de las ideas, pero que a causa de la violencia ejecutada por el Estado y sus representantes, se vieron en la obligación de tomar las armas para realizar una defensa más efectiva de nuestro pueblo y sus derechos.

 

        Efectivamente, los militantes y revolucionarios que postulan la construcción del socialismo, comienzan dando su batalla en el mundo de las ideas, exponiendo y proponiendo una ideología, o forma de ver y construir el mundo, la cual busca establecer la justicia social. Estos militantes, realizan la labor de informar, educar y organizar a los trabajadores y al pueblo, con la finalidad de que en conjunto realicemos los cambios necesarios que beneficien a la población en su totalidad. Las organizaciones soñadas y creadas por los militantes, siempre asumen el marco legal existente en cada nación, el cual determina como los trabajadores, los estudiantes y los pobladores pueden organizarse. De la misma forma este marco legal, establece como el pueblo, sus organizaciones y representantes pueden participar del proceso eleccionario que les permita ser elegidos en algún cargo de representación popular.

 

        Aceptar el marco legal que nos indica el cómo debemos organizarnos y participar de los procesos de elección popular, significa directamente, aceptar las leyes que han sido creadas por la clase social que ha dominado históricamente nuestra nación. Efectivamente, la rancia oligarquía y la burguesía, se han dedicado a generar normas y leyes que dificulten materialmente la participación de nuestro pueblo en cualquier espacio de poder de decisión. A pesar de todas las dificultades y restricciones que establecen las leyes, estas no han sido capaces de frenar la sabiduría popular, la que a fuerza de consciencia y organización, ha logrado instalar democráticamente a un presidente de la república, como lo fue Salvador Allende Gonsens.

 

         La sabiduría popular y la fuerza de la organización de los trabajadores y el pueblo, superó todas las restricciones legales impuestas por la clase dominante, y cuando estas, las leyes, ya no fueron suficientes para limitar el accionar del pueblo organizado, la clase propietaria y patronal, nuevamente hecho mano a la violencia institucional, primero con los discursos asociados a la defensa de los más altos valores de la patria, para luego recurrir a la defensa de la propiedad privada. Posteriormente se echó mano a la moral defensora del orden social, para finalmente transformarse en los adalides de la democracia, y cuando esto no dio resultado, finalmente utilizaron esa violencia histórica que no es más que sacar a los militares y policías a la calle para masacrar a los trabajadores, sus representantes y al pueblo organizado.

 

        La violencia ordenada por la rancia oligarquía y burguesía chilena, y ejecutada por militares y policías, no es un hecho particular asociada al golpe de Estado del año 1973, esta no es más que el reflejo del accionar de la clase dominante. Se nos ha tratado de hacer creer, que la violencia del Estado contra su pueblo ocurrió exclusivamente en esta fecha, pero la realidad es otra, pues la violencia en contra de nuestro pueblo se inicia con la llegada de los españoles, quienes se apropiaron de la tierra y la riqueza de los pueblos que la habitaban, pero la usurpación no fue suficiente, también esclavizaron a estos mismos pueblos, transformándolos en explotados. Nuestra historia está repleta de hechos de violencia en contra de los trabajadores y el pueblo, toda ella justificada bajos los mismos argumentos, el orden público, la democracia y la defensa de la propiedad privada.

 

         Los chilenos y los pueblos en general somos hijos de la violencia de clase, pero cuando nos levantamos, alzamos la voz, o respondemos a la injusticia, se nos acusa inmediatamente de violentos, y somos perseguidos, juzgados, encarcelados, torturados, apresados, asesinados y hechos desaparecer. Ellos, la clase dominante, esperan que nosotros el pueblo aceptemos su violencia sin quejarnos o manifestarnos, ellos, la rancia oligarquía y la burguesía, hacen carne la concepción de que, los corderos deben ir al matadero sin rezongar. Pero cuando alguien se reúsa o se revela, ellos nos acusan a nosotros de ser los violentos.

 

La Lucha Armada: ¿Una Opción o Una Necesidad?

 

        Los hermanos Vergara Toledo, al igual que todos los héroes que se han levantado contra el opresor, fueron personas comunes y corrientes, quienes si hubieran nacido en una sociedad justa y solidaría, no se hubieran visto en la obligación de asumir una militancia política revolucionaria. Si efectivamente Chile, fuera un país justo, ellos estarían vivos, con familia e incluso con nietos. Pero ellos, como buenos cristianos impregnados del amor al su pueblo, no tuvieron otra opción, pues se vieron en la obligación de tomar una decisión, que finalmente los llevaría a militar en el MIR.

 

        La discusión sobre si la política militar es una opción o una necesidad, se mantiene hasta la fecha, ya que esta implica, de una u otra forma una acción violenta. Frente a esta disyuntiva, quisiéramos exponer lo siguiente, nosotros el pueblo por ningún motivo realizamos conductas violentas, somos pacíficos por naturaleza, con esto queremos exponer que nosotros no nos levantamos cada día pensando en matar a nuestro vecino, a nuestra familia, a nuestro jefe, a los políticos, jueces, policías y empresarios, si fuera así, en Chile y el mundo ya no quedaría ninguno de ellos, pues nos habríamos exterminado entre nosotros mismos. Por lo expuesto, no tenemos la menor duda en exponer que una política militar no es una opción, todo lo contrario, esta se transforma en una necesidad cuando la rancia oligarquía, la burguesía, los empresarios y el Estado ejercen la violencia indiscriminada contra el pueblo.

 

        Los trabajadores y el pueblo, a pesar de ser los constructores de las armas, las balas, los tanques, aviones y tanques, nunca han hecho un golpe de Estado. Nuestro pueblo nunca bombardeó la moneda, no sacó los tanques a la calle, no disparó en contra de periodistas, no allanó poblaciones, no encarceló, torturó, asesinó, hizo desaparecer a personas, no relegó o exilió a sus conciudadanos. Todo esto lo ha realizado históricamente la misma clase social, que se ha apropiado de la riqueza y el producto del trabajo de nuestro pueblo, y cuando esto ha ocurrido, la gran mayoría de nuestro pueblo lo ha terminado aceptando, no porque lo quieran, si no que por que no han tenido otra opción, pero existió, existe y existirá un grupo de nuestro pueblo que empujados por la necesidad, terminará asumiendo la responsabilidad de tomar las armas, primero para frenar el genocidio producido por la clase propietaria y su Estado servil, en segundo lugar como auto defensa y de esta forma no morir masacrados, y finalmente para dar esperanza a la población, demostrando que la injusticia y el homicidio indiscriminado ejecutado por los empresarios y su Estado, puede y debe ser frenado con todos los medios que se encuentren a nuestro alcance.

 

        La violencia revolucionaria no es una opción, ya que incluso los revolucionarios no cuentan con las armas para enfrentar a su enemigo de clase, ya que estas se encuentran en las manos de los poderosos y sus representantes. Es como decir “yo elijo agarrarme a tiros y voy a escoger el fierro con el cual lo voy a hacer”, pero en ese momento nace la pregunta ¿y de dónde sacamos las armas?”, y la respuesta es que se deben recuperar de quienes efectivamente las poseen, o expuesto de otra forma, recuperarlas de  quienes se las hemos entregado para que nos protejan.

 

        La necesidad que obligó los Vergara Toledo a tomar las armas, se funda específicamente frente a una realidad de opresión, y asesinato indiscriminado de parte de las fuerzas del Estado, pues ellos, entraban disparando sin preguntar si eras de izquierda o no, si estabas organizado o no, ellos dispararon y mataron, sin discriminar entre mujeres, hombres y niños. La lógica de esta acción, no es más que sembrar el terror en la población, y de esta forma establecer su dominación sin mayores problemas.

 

        Finalmente, los creadores e instigadores del nacimiento de fuerzas revolucionarias, no son ni más ni menos que los mismos empresarios y su Estado servil, pues la violencia indiscriminada ejecutada por la clase dominante transforma en necesidad la utilización de las armas para defender al pueblo.

 

¿Quién Ejerce la Violencia en Nuestro País?

 

        Cuando nos hablan de violencia por los medios de comunicación de masas, ellos, nos muestran como los jóvenes destruyen paraderos, bancos, queman micros y realizan diversos tipos de desmanes, por otro lado vemos la violencia realizada por las diferentes bandas de asaltantes y narcotraficantes, pero todas ellas tienen un denominador común, esta es ejercida por los pobladores de nuestro país. Los incidentes violentos que se producen en el centro de la ciudad, son realizados por los cabros de “la pobla” que salen a marchar a dicho lugar. La violencia intra-familiar, también es realizada por los pobladores principalmente, ya que no vemos y tampoco sabemos cuándo un Larraín, o un Matte golpean a su mujer y sus hijos. Con esto queremos asegurar que los medios de comunicación de masas, no son más que una herramienta propagandística de la clase social dominante, que tiene como finalidad satanizar a nuestro pueblo.

 

        Nos hablan de la violencia en las marchas y poblaciones, se nos acusa de múltiples actos vandálicos y de desorden público, dicen que no respetamos el orden y las buenas costumbres, de que somos flojos y sucios, con esto se nos da a entender que el pueblo es el responsable de todo lo malo que ocurre en el país, y al mismo tiempo, nos muestran a la buena gente, algunos pobladores que han sido sometidos a tan grandes necesidades, pero a pesar de eso, ellos son un ejemplo de superación, ya que con mucho esfuerzo han superado la pobreza, efectivamente esa es la buena gente, la que se esclaviza para superar la violencia del empobrecimiento al cual hemos sido sometidos, por el sólo hecho de ser pobladores. Ellos, la clase dominante, pretenden que asumamos la violencia de la pobreza y auto explotación sin hacer nada, ya que de esa forma seremos buenas personas y ejemplo de superación.

 

        Pero los medios de comunicación de masas, nos hablan de un tipo de violencia, esa que ejercimos nosotros el pueblo organizado y las organizaciones revolucionarias, y al mismo tiempo callan la violencia del empobrecimiento al cual hemos sido sometidos los ciudadanos de nuestro país. La pobreza, la cual es un hecho material, expresado en el hambre, en falta de techo bajo el cual resguardarse, en el ser desalojado de tu casa por no pagar el dividendo, o ser un esclavo de un dividendo por la mitad de tú vida, también es un hecho violento. Violencia es estar enfermo y esperar horas para que te atiendan, es no ser atendido por un médico; es no tener acceso a medicamentos que permitan mejorar enfermedades, es morir en la sala de espera de un hospital, es perder a un hijo debido al cáncer enfermedad causada gracias a respirar aire y consumir agua contaminada con arsénico. Violencia es la pobreza expresada en no saber leer, es no poder ir a la escuela, es estudiar y no comprender lo que se lee, es endeudarte para acceder a una profesión; es no tener trabajo, que se traduce en miedo al futuro y que nos obliga vivir al día, es tener que vivir endeudado, ya que el salario no permite satisfacer las necesidades más básicas, Violencia es vivir atemorizado por la posibilidad de que te despidan, es crear auto empleo de subsistencia por la falta de oferta de fuentes laborales. La pobreza es la violencia que obliga a los niños a dejar la escuela para trabajar, empuja a mujeres a la prostitución, a jóvenes y adultos a la delincuencia y la cárcel; es tener una pensión que no permite satisfacer las necesidades básicas y que te obliga mendigar en el municipio una canasta familiar cada tres o seis meses, que te empuja a comer de la caridad del hogar de Cristo o los centros abiertos para los adultos mayores. Violencia es la denegación de justicia que se transforma en impunidad, es impotencia que genera desamparo aprendido, fatalismo, angustia y depresión, que termina en alcoholismo y drogadicción. Violencia es la denegación de derechos sociales y laborales. Pero de esta violencia no se habla por los medios de comunicación masiva.

 

        Pero también es violento el sin sentido del que se nos atribuye a nosotros el pueblo y las organizaciones revolucionarias, la mentira que nos acusa, de que nosotros queremos privar a nuestro pueblo de lo que les pertenece, como si en la práctica eso no estuviera ocurriendo hoy en día: se nos acusa de vende patria, cuando ellos, los capitalistas y neoliberales han privatizado todo el país, nos acusan de querer quitarle las casas a nuestro pueblo, cuando el que lo hace son los bancos de la nación, se nos acusa de politizar a los jóvenes y estudiantes, cuando el sistema educacional chileno fue refundado por una tiranía y enseña la ideología capitalista y neoliberal, se nos acusa de que el socialismo empobrece al pueblo, cuando ya vivimos en un país empobrecido y endeudado, se nos acusa de ser violentos, cuando la violencia proviene del Estado neoliberal, se nos acusa de todo lo que hoy en la práctica ya ha ocurrido, aun  cuando nosotros no somos gobierno.

 

        Para finalizar, sólo queremos expresar que el día del joven combatiente, que se conmemora todos los 29 de marzo, no podrá ser acallado, ya que se ha transformado en la fecha que se realiza la primera protesta social de todos los años, momento en el cual los jóvenes, luchadores sociales y políticos nos manifestamos contra la violencia ejercida por el Estados, los empresarios y la derecha. 

 

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Mario Paz Montecinos

Militante del Partido Constituyente

Y de Los Hijos de Mafalda

Sección Estación Central

 

“El Mayor Compromiso Con Nuestro Pueblo Es La organización.

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